En 1974 Takahiro Idobata recibió de España un par de calcetines para los dedos de los pies. La calidad era mala y el fabricante ya no existía. Pero desde entonces, la idea nunca le abandonó. Se puso en contacto con un conocido fabricante japonés de máquinas de tejer y juntos empezaron a experimentar y desarrollaron una máquina de tejer que podía tejer calcetines de puntera.

En 1981 fundó la empresa Guante de punto. La producción se llevó a cabo inicialmente en el garaje de la propia empresa. Al principio, el producto suscitó el rechazo de los japoneses. Con el tiempo, sin embargo, se descubrieron los beneficios de estos calcetines y surgió un pequeño grupo de entusiastas seguidores que no querían vivir sin calcetines de dedos.

En 1998 se abrió una nueva fábrica de punto más grande en Wakayama y en 2006 Knitglove pasó a llamarse Knitglove, Knitido renombrado. 

En la actualidad, la empresa está dirigida por la segunda generación de la familia Idobata y produce calcetines de dedo para Japón y el mundo entero con 56 empleados en condiciones laborales justas y junto con una red de empresas regionales en Japón.